Estamos en el mes de Abril a finales, nuestras amigas están terminando el desove y espero que tengan bastante hambre tras las duras jornadas reproductivas.
El destino elegido es el pantano de Cijara a su paso por mi pueblo. La compañía un buen amigo, David, y un nuevo miembro de la familia Leo, mi pastor alemán, que espero me acompañe en adelante a todas mis salidas.
Sábado 7´00 de la mañana y ya estamos tomando café recién hecho con galletas del pueblo, que riiico todo. Compro el pan en la TAHONA y salimos corriendo al pantano.
Llegamos y el recibimiento es inmejorable, estampa preciosa de la sierra extremeña: las jaras a reventar, el color verde donde quiera que mires, el cielo azul sin una nube, y las carpas saltando ...
imposible de explicar con palabras.
Montamos todos los trastos, trípodes, cañas, hamacas etc... y los bajos de línea, esta vez flotantes en dos cañas y fondantes en otras dos. Los cebos; aquí en mi pueblo yo se bien lo que funciona y no podía ser otra cosa que el MAIZ, MAAAAAIZ, y los aguisillos si lo que quieres es pillar algún trompetero. Pero hoy estamos a carpas.
Con todo preparado lanzamos los montajes, junto con sendas bolsas de pva llenitas de engodo, algo de cañamón y MAIZ. Estabamos pescando en una zona de entre tres a cuatro metros de profundidad y supuestamente un claro de arena, pero tras recoger una de las cañas que había pitado en varias ocasiones el plomo y el montaje venían llenos de algas, joood... Bueno la solución es sencilla, saco las fondantes y todas flotantes. Con todas las cañas ya en el agua nos tumbamos a relajar, algo fresquito, un picoteo ... la verdad es que no nos cuidamos mal, jejeje.
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En la bascula da nueve kilos y medio con el saco, esto después del desove si la pillo antes rondaría los 10 u 11 kgrs. El saco lo pesé luego y no llegaba al kilo mojado, así que nuestra amiga 8.500 grs. de pura fuerza extremeña, que tras las fotos, por supuesto fue devuelta al agua.
La alegría nos duró un buen rato y nos decidimos a poner una caña mas cada uno, visto lo visto no era ninguna tontería. Como ya esta acercándose la tarde quería poner una cerca de la orilla ya que estaba seguro que las carpas se acercarían a batir.
Después de comer y estar un buen rato dándole al bass las alarmas sonaron de nuevo, esta vez la caña mas alejada, y lo que note me gusto mucho, tiraba más todavía que la primera captura, tiraba muchísimo, y al final .... termino partiendo el terminal. ¡¡que pena por que era muy gorda seguro!!.
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El resto de la tarde lo pase con los basses y confiando que alguna carpa mas diera la cara, pero no pudo ser. Otro palo fue el cacho de Lucio que se le escapo al colega en la misma orilla, una verdadera pena, porque era muy grande.
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Pero esta visto que no todo es técnica, utilizar el mejor cebo, o el mas apropiado, elegir el sitio propicio... también influye y mucho la SUERTE. Pero bueno el ultimo día nos trajo otras seis carpas de 3 a 4 kilos que nos hicieron disfrutar de este ultimo día de pesca.